El Gobierno no pagará a los contratistas que sean morosos con las administraciones
Finalmente el gobierno español va a poner en marcha un nuevo sistema que permitirá el cruce de datos de Hacienda y la Seguridad Social entre diferentes administraciones, de forma que se podrá saber al instante si un contratista tiene algún tipo de deuda con la administración pública.
El gobierno español se está poniendo cada vez más serio con la morosidad, tras el impulso dado a la creación de un fichero de inquilinos morosos, ahora ha llegado el turno a los proveedores de servicios para la administración. El gobierno pretende crear un sistema informático que permita el cruce de datos entre administraciones (autonómicas y central) de forma que se pueda conocer si alguno de los proveedores tiene deudas con la administración en cuyo caso no se le pagará al contratista hasta que haya saldado la deuda.
Lo que en un principio podria tener una lectura positiva, ya que garantiza la recaudación por parte de la administración de los impuestos de los contratistas, tiene un matiz que puede no ser tan positivo. Una vez implantado este sistema es evidente que los contratistas pagaran primeramente a la administración con el fin de evitar una retención de los pagos pero esto, dentro del marco actual en el que la financiación brilla por su ausencia, puede significar que los últimos en cobrar sean los proveedores de dicho contratista lo cual podria suponer la quiebra de pequeñas empresas y/o autónomos.
Las últimas medidas que está tomando el gobierno español estan muy enfocadas a garantizar su capacidad recaudadora, sin fijarse en que la administración es en muchos casos el principal cliente moroso de muchos proveedores. Quizá sería más interesante de cara a dinamizar la economia española que antes de exigir el pago de otros hacia la administración se garantizase el pago de la administración hacia sus proveedores porque, ¿quién puede pagar sus impuestos sin cobrar las facturas que ha emitido? De esta forma se evitaría un círculo vicioso de impagos del que muchos no lograrán salir.
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