Los ayuntamientos se ponen el ‘frac’ contra los morosos para ingresar más
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El embargo es clave como medida de fuerza, aunque “todos los días” se negocia el pago flexible a plazos. El 92% tiene transferido el cobro de tasas y multas a la Diputación y otros recurren a las empresas privadas.
Una recaudación de impuestos eficaz es sinónimo de más ingresos: más dinero para prestar servicios, pagar a proveedores y, en definitiva, liquidez. En aras a este objetivo los ayuntamientos de la provincia están volcados en la lucha contra el fraude fiscal de ciudadanos morosos, para lo cual han recurrido, principalmente, a dos vías: los servicios de Diputación, con más fuerza para el embargo; o incluso a empresas especializadas --en el caso de Almassora, Castellón ciudad o Benicàssim--. Ambos organismos registran altos índices de eficacia, que se elevan a un 60% más de ingresos en solo dos años.
Con la crisis, entre los morosos se esconden remolones --que acumulan una bolsa de deuda de millones de euros que se arrastra desde hace años--, pero también casos de familias que pasan por momentos económicos difíciles y con las que se negocia en pagos flexibles de agua, IBI...
Si hace unos años la Diputación comenzó asumiendo la gestión de cobro de multas de tráfico de ayuntamientos, “al tener más facilidad para notificar en todo el ámbito de la provincia o incluso en otras, según la residencia del infractor”, ahora lleva en algunos casos la totalidad de tasas...
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