Morosos hasta 2017
Las entidades financieras se preparan para las peores cifras de impagos, por encima del 15%, aunque comienzan a vislumbrar la luz al final del tunel. A pesar de aproximarse una mejora de las cifras a partir de finales de este año, deberemos esperar todavía 3 años más hasta que los números vuelvan a la normalidad.
Lo que deben particulares y empresas a las entidades financieras lleva una escalada imparable desde que empezó la crisis y ya ha superado la tasa del 13%, la más alta en los últimos cincuenta años, pero no se quedará ahí. Los bancos se preparan para seguir soportando un aumento de la mora y las consiguientes dotaciones para provisionarla. ¿Hasta dónde? Las previsiones internas de varias entidades financieras sitúan el punto final de esta dura ascensión entre el 14% y el 15%, que se alcanzará hacia mitad de año para después empezar a bajar. Sí, por fin, la morosidad iniciará su descenso en los últimos meses del año, vaticinan con optimismo desde las entidades financieras. Sin embargo, no se alcanzarán niveles normales de morosidad -entendiendo por tales entre el 3% y el 5%- hasta dentro de, como pronto, tres años.
La rápida escalada de la mora hizo que los bancos cerrarán de golpe el grifo del crédito, poniendo en peligro la supervivencia de muchas empresas, sobre todo pequeñas. Con la paradoja, además, de que las entidades financieras estuvieron refinanciando créditos que sabían que nunca iban a cobrar -ampliando el plazo de amortización o aumentando la cantidad prestada- para no tener que apuntárselos como morosos, lo que les obligaría a provisionarlos; hasta que el año pasado, el Banco de España decidió acabar con esa situación ilusoria y obligó a revisar todas las refinanciaciones. Tras la revisión la morosidad se incrementó en 20.564 millones de euros y se comprobó que, efectivamente, había morosidad encubierta en los préstamos al ladrillo refinanciados.
Y es que, como dice la sabiduría popular, cuando debes poco dinero a un banco tienes un problema; si le debes mucho, el problema lo tiene el banco.
¿Quiénes son los más morosos? Sin duda, las promotoras inmobiliarias y constructoras, después las empresas y, por último, las familias. En España, lo último que se deja de pagar es la vivienda. Sin embargo, donde más rápidamente caerá la morosidad es en las promotoras y constructoras porque a ese tipo de empresas ya no se les dan créditos y los que se han concedido están provisionados, por lo que pueden pasarse a fallidos y quitarse del balance. Mientras, las entidades financieras no le quitan ojo a la evolución del paro; de él dependen sus balances.
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