1988 Embargo de cuentas a los morosos
El problema de la morosidad no es algo nuevo. Hace 25 años, el Ayuntamiento de Cádiz comenzó a embargar las cuentas corrientes de los contribuyentes más morosos.
El problema de la morosidad no es algo nuevo. Hace 25 años, el Ayuntamiento de Cádiz comenzó a embargar las cuentas corrientes de los contribuyentes más morosos.
Desde que el pasado 16 de enero 20 minutos publicara un reportaje sobre conductores que no son avisados de sus multas, más de una veintena de lectores han escrito a la redacción para denunciar el mismo problema. Hay personas con la cuenta embargada o incluso inscritas en el registro de morosos, pero también se dan casos de ciudadanos que han recurrido y que han visto como su proceso para recuperar el dinero se alarga durante meses. También hay una empresa de renting perjudicada porque el sistema de avisos por móvil de la DGT no funciona correctamente.
El miedo de los propietarios de viviendas a que los inquilinos dejen de pagar el alquiler ha disparado la contratación de seguros por impago y la actividad de las empresas de intermediación que garantizan el cobro de las rentas.
Pagar lo que compramos es algo que a todos nos han enseñado desde pequeños aunque algunos no quieran aprenderlo. Desde las chucherías hasta la hipoteca de la casa. La economía de cualquier persona, familia o empresa se rige por esa regla básica y, muchas veces, inmisericorde con los más desfavorecidos.
El Ayuntamiento de Zaragoza ha iniciado ya el procedimiento administrativo para poner en marcha los catorce expedientes de expropiación para reclamar el pago de la deuda de los propietarios morosos de Arcosur.
Sólo el 0,2% de los recibos no se abonaron en noviembre. Melilla fue donde más se redujo el importe de los efectos impagados, tanto en un año (-94,1%) como en un mes (-85,5%).
La Guardia Civil ha detenido a los 21 presuntos integrantes de una red dedicada al cobro de deudas, mediante amenazas, coacciones, vejaciones y agresiones físicas a los deudores o a sus familiares y cuya actividad se desplegaba a través de la empresa Sombra del Moroso, con sede en Ciudad Real y que había actuado además en Toledo, Jaén, Cuenca, Madrid y Zaragoza.